Financiación del Plan Nacional de Desarrollo de Santos II: ¿Quiénes van a pagar la crisis económica?

Financiación del Plan Nacional de Desarrollo de Santos II: ¿Quiénes van a pagar la crisis económica?

Natalia Moreno Salamanca  – UTL Jorge Robledo

@NatiMorenoS

El mundo se encuentra en crisis. Se vive un panorama internacional complejo y volátil que sin duda afectará a la economía colombiana. En este contexto, la “división internacional del trabajo” especializó a Colombia en el sector minero energético (sector altamente volátil y dependiente de los choques externos). Fue tanto así, que hoy el país, sin ser petrolero, se convirtió en petróleo-dependiente: el PIB petrolero representa el 9% del PIB total, el 58% de las exportaciones pertenecen a este crudo, el 32% de la inversión extranjera directa es destinada a este sector, y por si fuera poco, el 26% de los ingreso de la Nación provienen de aportes del sector minero energético. Más allá de todos los problemas que implica la dependencia de un país de una bonanza minera, que han sido analizados por diversos estudios (enfermedad holandesa, revaluación de la moneda, destrucción del sector productivo del país, etc.), hoy el problema es aún más grave: se acabó la bonanza y Colombia ya no tiene ni industria ni agro.

Esto trae serios problemas para las finanzas de la Nación, sobre todo para el soporte financiero del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Santos 2014-2018. Es claro que el gobierno conoce esta realidad, lo que hace aún más grave que las cifras en las que se soporta el plan estén infladas. La prueba reina de las cuentas alegres del gobierno fue el recorte al presupuesto del PND en $90 billones de pesos, y aunque se hicieron tardíos ajustes sobre los supuestos y proyecciones, aún siguen siendo de dudoso cumplimiento.

Los falsos supuestos del PND:

A pesar de la caída de la cotización internacional del precio del petróleo a niveles cercanos a los $50 dólares por barril, el PND supone en sus bases un precio WTI de $87 dólares por barril[1] para el periodo 2015-2018. Así mismo, supone llegar a niveles de producción diaria de 980 mil barriles para el 2018, meta bastante optimista ya que pretende mantener niveles similares de producción a los actuales (988) ignorando la crisis del sector. Lo peor de inflar las proyecciones es el inevitable hueco fiscal que se va a generar.

Pero no basta con eso, un estudio del profesor Jorge Espitia menciona que “la caída de los precios internacionales del petróleo, del carbón, del oro, entre otros, afecta [también] la liquidación de las regalías”[2]. De manera que, según el mismo estudio, haciendo las cuentas completas el PND tendría un faltante total de $19 billones por año dado que se proyectó con precios y producción del petróleo irreales, que solo se compensarían en $5.7 billones por el efecto del aumento de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) para el periodo 2015-2018. Valga resaltar que mientras todos los estudios indican que se recaudará menos, las proyecciones del PND esperan, por el contrario, una disminución del déficit fiscal del -2,1% del PIB en 2015 a -1,2 % del PIB en 2018.

Las cuentas no le fallan al gobierno solo en el tema fiscal. También en sus cálculos sobre la Inversión Extranjera Directa, el Déficit en Cuenta Corriente, el Déficit Comercial y las variables sociales (desempleo y pobreza)[3]. Tampoco aciertan en los pronósticos del crecimiento del PIB para 2015: el Plan pronostica un crecimiento del 4,2%, mientras ANIF afirma que el crecimiento potencial disminuiría a 1% ó 2% por año en un escenario de producción diaria de petróleo de 741 mil barriles. PNUD afirma que el crecimiento caerá a 1,4%, el FMI y Asobancaría al 3,8% y el Banco de la República a 3,6%. La única organización que le da optimismo al Gobierno es la OCDE, la cual pronostica un crecimiento bastante cuestionable del 4,4% para 2015. Y ni hablar de los crecimientos promedio esperados para el agro y la industria, de 4% y 4,5% entre 2014 y 2018, cuando en lo corrido del siglo han crecido apenas 2,4% y 2,9% respectivamente.

Y con gran descaro el Gobierno presenta como la gran solución para el país su nueva locomotora: la infraestructura en el marco de la implementación de vías de cuarta generación (4G). Para nadie es un secreto que el despliegue de este sector depende de una fuerte inversión pública, pero en un escenario con grandes déficits y huecos fiscales, esto difícilmente va a ser posible[4].

Finalmente, “ante este escenario, el PND 2014-2018 no plantea alternativas, se mantiene en su regla fiscal”[5], lo que muestra la intención del gobierno de aplicar una vez más mini reformas tributarias en su PND y propiciar un ambiente para una nueva reforma tributaria cuyo propósito es descargar todos los estragos de las malas decisiones económicas sobre las clases medias y pobres. Por ello no es raro encontrar en este plan cambios en la metodología de cálculo del avalúo catastral para aumentar el recaudo del impuesto predial, unificación del tratamiento tributario a licores nacionales y extranjeros, aval a los alcaldes para implementar sobretasas al cobro de estacionamiento, y cobros por congestión.

Conclusiones:

La crisis es en serio. Miles de empleos peligran en el sector minero energético y el país marcó record en 2014 con un déficit comercial histórico de US$ 6.293 millones[6]. Estudios ya señalan que puede ocurrir una recesión similar a la de los años 90´s[7]. Todos los colombianos debemos exigirle a Santos que se sincere en las cifras del PND y que exponga un presupuesto realista porque la crisis es una realidad. Así mismo, las fuerzas democráticas del Congreso de la República deben pedirle al Gobierno Nacional un presupuesto sostenible que persiga fines democráticos y no estrangule más a las clases medias y bajas.

Si hay algo positivo en esta coyuntura es que el país debe comprender que la financiación de las necesidades sociales y el soporte de la economía no pueden depender del precio internacional del petróleo. Esto nunca debió suceder y estuvo advertido.

Natalia Moreno Salamanca 

Economista Universidad Nacional y candidata a Magister en Estudios de Género 

[1] Dato extraído de las bases del PND preliminares ya que en las definitivas no hacen explícito el precio del petróleo utilizado en las proyecciones.

[2] Espitia, Jorge (2015). El déficit financiero del PND 2014 – 2018. Corporación Viva la Ciudadanía. Pág. 4. Ver en: http://viva.org.co/cajavirtual/svc0432/pdfs/Articulo020_432.pdf

[3] Para mayor detalle ver cuadro anexo: Proyecciones-PND-vs-Estudios

[4] Los estudios del PNUD han desmentido los crecimientos promedios esperados del Gobierno para este sector de    9,2% entre 2014-2018 por tan sólo un 4,5% promedio entre los años 2015-2021.

[5] Espitia, Jorge (2015). Pág.1

[6] El Tiempo (19FEB2015) Déficit comercial marcó un récord en el 2014. Ver en: http://www.eltiempo.com/economia/sectores/exportaciones-e-importaciones-en-colombia-deficit-comercial-marco-un-record-en-el-2014/15274590

[7] PNUD (2014). Colombia frente a una destorcida de los precios del petróleo. Pág. 28. Ver en: http://www.co.undp.org/content/dam/colombia/docs/Pobreza/undp-co-preciospetroleo-2014.pdf




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